La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos a ustedes son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años. El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades. 

Rodolfo Walsh

Una frase oída al azar puede cambiar un destino. Esto le ocurrió a Rodolfo Walsh cuando accidentalmente oyó a un hombre decir “Hay un fusilado que vive”. La curiosidad de reportero, la habilidad como escritor, lo llevaron a publicar Operación masacre. Esa misma convicción de dar testimonio en tiempos difíciles, de buscar siempre las palabras justas, están presentes en la Carta abierta de un escritor a la Junta Militar, inventario de los crímenes de la última dictadura argentina y pequeña obra maestra del periodismo con la que Rodolfo Walsh —literalmente— se jugó la vida.

 

Dice el último párrafo de la Carta: “sin esperanza de ser escuchado”. Aún así Walsh hizo las copias, las metió en los sobres, los rotuló y depositó en los buzones. Y a pesar de la sorpresa y de su condición de no combatiente tuvo el arrojo para sacar un arma y defenderse. Cuando se conocen los hechos denunciados por personas como Rodolfo Walsh, y el precio que pagaron esas personas por denunciarlos, es siempre razonable desconfiar de las palabras grandes con las que se adorna el poder. 

Manuel Daza Ramírez 

 

Carta abierta de un escritor a la Junta Militar - Rodolfo Walsh

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La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos a ustedes son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años. El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades. 

Rodolfo Walsh

Una frase oída al azar puede cambiar un destino. Esto le ocurrió a Rodolfo Walsh cuando accidentalmente oyó a un hombre decir “Hay un fusilado que vive”. La curiosidad de reportero, la habilidad como escritor, lo llevaron a publicar Operación masacre. Esa misma convicción de dar testimonio en tiempos difíciles, de buscar siempre las palabras justas, están presentes en la Carta abierta de un escritor a la Junta Militar, inventario de los crímenes de la última dictadura argentina y pequeña obra maestra del periodismo con la que Rodolfo Walsh —literalmente— se jugó la vida.

 

Dice el último párrafo de la Carta: “sin esperanza de ser escuchado”. Aún así Walsh hizo las copias, las metió en los sobres, los rotuló y depositó en los buzones. Y a pesar de la sorpresa y de su condición de no combatiente tuvo el arrojo para sacar un arma y defenderse. Cuando se conocen los hechos denunciados por personas como Rodolfo Walsh, y el precio que pagaron esas personas por denunciarlos, es siempre razonable desconfiar de las palabras grandes con las que se adorna el poder. 

Manuel Daza Ramírez